Madre de nuestro pueblo
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Tiempo Litúrgico - Adviento
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Tiempo Litúrgico - Adviento
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Tiempo Litúrgico - Adviento
Tiempo Litúrgico - Adviento
Tiempo Litúrgico - Adviento
DO REm SOL7 DO
Fuiste una chica humilde, creyente y pura,
REm SOL7 DO
fuiste la que esperaba el Salvador,
LAm MIm FA DO
fuiste el surco abierto, fuiste el Sí a Dios,
RE7 SOL
cuando el amor divino te fecundó.
DO SOL LAm MIm
SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS,
SOL7 DO RE7 SOL7
JUNTO A TU HIJO REÚNENOS.
DO SOL LAm MI
MADRE Y PATRONA, DE NUESTRO PUEBLO,
LAm DO SOL7 DO7
¡VIRGEN MARÍA, BENDICENOS!
FA DO SOL7 DO
¡VIRGEN MARÍA, BENDICENOS!
Fuiste la que llevaste con tu visita
esa feliz noticia del Salvador.
Fuiste la que anunciaste la nueva creación,
cuando, a tu voz, la vida se estremeció.
Fuiste el canto nuevo de mundo nuevo,
a toda voz gritaste: ?Dios es amor,
levanta a los humildes, derriba al poderoso.
El salva a los que esperan liberación?.
Fuiste a Belén madura del fruto santo,
y por ser de los pobres, nadie te abrió.
Fuiste la que alumbraste nuestra noche y dolor
cuando la Luz del mundo de Ti nació.
Fuiste a ofrecer al Niño en el Templo santo,
Dios te confió el destino del Salvador:
?Luz para las naciones, signo de división,
y el filo de una espada en tu corazón?.
Fuiste la que comiste el pan del destierro,
la que buscaste al Niño en Jerusalén.
Fuiste la que guardaste todo en tu corazón;
fuiste la que creíste sin comprender.
Fuiste la dulce esposa del Carpintero,
fuerte, trabajadora, mujer de hogar,
madre y educadora, ejemplo de piedad,
la amiga, la vecina más servicial.
Fuiste la que estuviste junto a los novios,
Tú la que les brindaste gracia y amor;
Tú la que adelantaste ?la hora del Señor?
cuando el agua en vino, Jesús cambió.
Fuiste la que subiste hasta el Calvario,
la que, de pie, estuviste junto a Jesús.
Tú la que, aceptando nueva fecundidad,
te hiciste Madre nuestra al pie de la Cruz.
Fuiste la que estuviste con los Apóstoles
esperando al Espíritu en oración,
fuiste la que animaste la evangelización
cuando la Iglesia al mundo se propagó.
Fuiste una chica humilde, creyente y pura,
REm SOL7 DO
fuiste la que esperaba el Salvador,
LAm MIm FA DO
fuiste el surco abierto, fuiste el Sí a Dios,
RE7 SOL
cuando el amor divino te fecundó.
DO SOL LAm MIm
SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS,
SOL7 DO RE7 SOL7
JUNTO A TU HIJO REÚNENOS.
DO SOL LAm MI
MADRE Y PATRONA, DE NUESTRO PUEBLO,
LAm DO SOL7 DO7
¡VIRGEN MARÍA, BENDICENOS!
FA DO SOL7 DO
¡VIRGEN MARÍA, BENDICENOS!
Fuiste la que llevaste con tu visita
esa feliz noticia del Salvador.
Fuiste la que anunciaste la nueva creación,
cuando, a tu voz, la vida se estremeció.
Fuiste el canto nuevo de mundo nuevo,
a toda voz gritaste: ?Dios es amor,
levanta a los humildes, derriba al poderoso.
El salva a los que esperan liberación?.
Fuiste a Belén madura del fruto santo,
y por ser de los pobres, nadie te abrió.
Fuiste la que alumbraste nuestra noche y dolor
cuando la Luz del mundo de Ti nació.
Fuiste a ofrecer al Niño en el Templo santo,
Dios te confió el destino del Salvador:
?Luz para las naciones, signo de división,
y el filo de una espada en tu corazón?.
Fuiste la que comiste el pan del destierro,
la que buscaste al Niño en Jerusalén.
Fuiste la que guardaste todo en tu corazón;
fuiste la que creíste sin comprender.
Fuiste la dulce esposa del Carpintero,
fuerte, trabajadora, mujer de hogar,
madre y educadora, ejemplo de piedad,
la amiga, la vecina más servicial.
Fuiste la que estuviste junto a los novios,
Tú la que les brindaste gracia y amor;
Tú la que adelantaste ?la hora del Señor?
cuando el agua en vino, Jesús cambió.
Fuiste la que subiste hasta el Calvario,
la que, de pie, estuviste junto a Jesús.
Tú la que, aceptando nueva fecundidad,
te hiciste Madre nuestra al pie de la Cruz.
Fuiste la que estuviste con los Apóstoles
esperando al Espíritu en oración,
fuiste la que animaste la evangelización
cuando la Iglesia al mundo se propagó.